En primero, fueron invitados/as a reconocer que nuestra vida es bendita, soñada por Dios, un regalo y está hecha para caminar con otros/as.
En segundo, la propuesta fue profundizar en el lema que les acompaña como generación: "Amigos en el Señor". Trabajaron sobre la amistad, los distintos modos de vincularnos y los modos de orar propuestos por la espiritualidad ignaciana.
En tercer año, el objetivo fue que vivan una experiencia que les permitiera un mayor conocimiento de ellos/as mismos/as, de sus compañeros y compañeras, y proyectarse hacia adelante, contactando con los deseos hondos que los/as habitan. Fue un retiro misión, en el que compartieron con la comunidad de Delta del Tigre.