Misión

El Colegio San Ignacio Mons. Isasa es un Colegio perteneciente a la Compañía de Jesús que colabora con la Misión Evangelizadora de la Iglesia Católica.

Busca formar Hombres y Mujeres “para” los demás y “con” los demás, de acuerdo con la espiritualidad y la pedagogía ignaciana; que sean conscientes, competentes, comprometidos, compasivos y creativos.

Para ello promueve una formación integral de calidad, dirigida a adolescentes y jóvenes, a través del desarrollo de competencias que les permitan seguir aprendiendo a lo largo de la vida.

Visión

El Colegio San Ignacio Mons. Isasa se destaca por su clima institucional que favorece el trabajo en equipo y genera sentido de pertenencia; impulsado por una comunidad educativa estable y profesional.

Promueve un camino de aprendizaje, formación integral y acompañamiento personal enmarcado en la espiritualidad ignaciana. Cuenta con Ciclo Básico y Bachillerato Diversificado en todas sus orientaciones, con aulas tecnológicamente equipadas, laboratorios especializados, gimnasio, espacios de apoyo y esparcimiento.

Nuestro Colegio es una de las obras educativas de la Red Argentino Uruguaya de Colegios Ignacianos (RAUCI), al mismo tiempo que forma parte de la Federación Latinoamericana de Colegios de la Compañía de Jesús (FLACSI).

Concepto de calidad

La calidad del Colegio San Ignacio, perteneciente a la Compañía de Jesús, se define en el compromiso que la institución asume en la formación integral (dimensión socio-afectiva, espiritual-religiosa y cognitiva) del alumnado, en el trabajo en red, siendo un Colegio que aprende adaptándose a los cambios; así como en la gestión y organización del centro.

Busca motivar al personal tanto en su crecimiento profesional como personal, para llevar adelante la misión de educar hombres y mujeres para los demás y con los demás. Esto implica un desafío y un trabajo riguroso por parte de los colaboradores para cumplir con ese compromiso en un clima institucional cercano y empático.

Los aprendizajes de nuestros alumnos son coherentes con los lineamientos de la pedagogía Ignaciana. Es decir,  personas capaces de reflexionar, discernir y accionar en su comunidad y el mundo circundante; que desarrollan la competencia del aprender a aprender y del trabajo en equipo, para lograr la autonomía y las herramientas necesarias para la construcción de su proyecto de vida en servicio de la fe y la justicia.